martes, 29 de abril de 2014

1:10 AM

Hoy quiero hablar sobre la amistad.

Amistad.

¿Qué es la amistad hoy por hoy? ¿Gustos en común? ¿Bancar a alguien cuando te necesita?¿Estar cuando "se tiene que estar"?

Mirando en retrospectiva realmente no lo sé. Un conjunto de cosas, supongo. Supongo que la mezcla, exacta o no, de opiniones en común, gustos, música, situaciones, risas, llantos, bancar al otro. Bueno, al menos eso creía, lamentablemente.

¿Qué pasa cuando lo que era un grupo de amigos, perfectamente formado, que salía, se juntaba con propósito o no, se reía, y todo lo que "tiene que tener" un grupo de amigos simplemente deja de ser?

Yo entiendo que la gente puede crecer, cambiar de gustos, lo que sea... pero lo que no entiendo es cómo alguien puede terminar siendo una mierda. Alguien que considerabas "amigo", bah... si, con las comillas. Calculo que al final uno termina cosechando su propia siembra, eso me deja tranquilo. Pero por otro lado me molesta, es una espina de mierda que tengo y que nunca voy a entender.

Bah, yo creo que si con alguien debés ser sincero es con un amigo, que a la larga es "la familia que uno elige", según el dicho. Creo.

Mis amigos demostraron que por más peleas que pueda haber o encontronazos u opiniones distintas siempre se está y siempre hay una palabra de apoyo o una cagada a pedos si es necesaria. Y lo mismo de mi lado, donde es necesaria una palabra de apoyo hay mil, y donde derrapás hay una cagada a puteadas para enderezar. Con un amigo no se queda bien, jamás. 

Por ahí estoy enroscándome demasiado en el tema, o quizá es que ví desarmarse a un grupo que pensé que iba a seguir por muchísimo tiempo, un grupo que era EL grupo y que se desarmó sin vuelta atrás. Lo puedo afirmar de primera mano.

Afortunadamente uno se da cuenta quién es quién en esos momentos.

Blah.



lunes, 14 de abril de 2014

11:56 PM

Me pongo nervioso en sociedad. Debe ser que tiendo a pensar que soy juzgado con la misma dureza con la que siempre me miro yo mismo. Últimamente estoy muy metido para adentro, muy reflexivo y llego a niveles de profundidad que me sorprenden y hasta me asustan. Estoy cada vez más ciclotímico y hace mucho que no me pasa.

Hace un tiempo que me siento mal pero no de necesitar un abrazo, me siento mal y necesito arreglar mi vida.

Necesito ordenar mi vida pero al mismo tiempo me siento cómodo dentro de este caos, como si el caos me diera lo que necesito tener, me hablara con las palabras que necesito escuchar y cuando las necesito. Pero es peligroso, tiende a la mediocridad. Y le tengo miedo a la mediocridad, no quiero ser un mediocre en lo que haga. Pero a la vez necesito hacer algo para poder justificar ese miedo.

Debe ser que ya estoy cerca de mi cumpleaños y me agarran estos momentos de pensar en todo lo que tendría que haber hecho hace años. Ir a dar lo que me falta para terminar el secundario, y cada vez que me lo recuerdan me enoja mucho, no por que me lo recuerden sino porque no lo hice aún. Ya estoy harto de cargar con ese peso en la espalda. Y con tantos otros también.


En fin. Es momento de creer en que realmente tengo el potencial de que me hablan, a ver qué pasa. 

domingo, 13 de abril de 2014

2:07 AM

Bueno, qué se yo. 

Dos de la mañana del lunes. En ¿cinco? horas suena el reloj y me voy a volver a despertar preguntándome por qué mierda duermo tan poco. En realidad duermo poco porque si no me atacan los recuerdos del choque (o los ¿qué hubiera sido si? que son peor) me atacan preguntas existenciales, o dudas, o lo que sea. Siempre pienso demasiado.

Tengo casi veintitrés años. Soy un eterno "tenés potencial". Un eterno acumulador de proyectos a terminar, como el secundario, mi curso de gastronomía, mis miles idas y vueltas al gimnasio porque "esta vez va enserio, lo hago por mi y no por nadie más", en fin. Ya llegué al punto de no creerme ni yo lo que emprendo. Mis ochenta mil proyectos de banda, mi ¿faceta? periodística al colaborar con una revista que no puedo creer que me estén dando bola con lo pedorra que es mi forma de escribir. Tendría que quererme más y pensar menos, o al menos eso me dicen algunos amigos o chicas con las que tuve algo alguna vez.

Ya no sé si me afectan o dejé que me afectaran los comentarios de la oficina. Ya son tantos los "tenés que estudiar una carrera" o los "es un desperdicio que no estudies siendo tan inteligente" que se metieron bajo mi guardia que no sé qué pensar ni cómo reaccionar ante tanta embestida a mi inmadurez. 

Debe ser que me aterra el futuro, me aterra que esta misma pregunta me la esté haciendo con treinta años o más. 

¿Seré siempre tan conflictuado? ¿Dejaré de sobrepensar o aprenderé a vivir con eso?